Salmos 73:25

¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
(Salmos 73:25)
Estas palabras de David me impactan mucho porque transmiten la pasión del corazón de un hombre que agradaba a Dios, que sintió esta convicción de que Dios era su TODO, lo único que tenía pero además de que si algo no era por Dios o de Él entonces no lo deseaba.